viernes, 24 de agosto de 2012
Numero 32
¿Qué van hacer los señores bancos con tanto
dinero acumulado? El dinero es un simple “símbolo” con un valor inventado y
adherido. Son castillos de papel. La verdad está en otra parte.
“Agradecer”: la flor más bella que puede
florecer en el alma…
Por lo general se nos olvida donde estamos
o mejor por donde vamos… navegando en la inmensidad del Universo, uno de ellos
a 29,8 km/s.
Lo más cercano que tenemos no es nuestro ego; es
nuestro Creador.
Las palabras como canal que son; no son
para quedarse en ellas, sino para ir a la realidad que describen.
La actualización de la Energía del Amor es
nuestra tarea, desafío y misión.
El que tiene, tiene un solo deber:
compartir lo que posee para que se multiplique.
Vuela el día… Vuela el tiempo: pero unidos
en la Energía y envueltos en la melodía de la Radio…
En el silencio también trabajamos por la
vida y salud del Mundo y del Universo.: Lo invisible es tan o más real como
visible.
“Entregar” la actitud más noble del ser… es
la única forma de poder recibir.
Al
cerrar los ojos se abren las compuertas y da inicio una alameda que se
pierde en el horizonte de la inmensidad: Estaba allí, y no me daba cuenta…,
pensé que era oscura, y es luminosa. Y tiene un solo norte: llevarnos a
nuestros orígenes…
Quince pétalos amarrillos tienen todas las
margaritas que me brindan su compañía matinal: parecen silenciosas más me están
llamando a que repare en lo esencial.
Pareciera que durmiera, ¡pero no!, ella
esta oculta bajo la tierra alimentando y sosteniendo el árbol que me brinda su
belleza, su sombra, sus frutos… y su compañía.
Sentir el dolor del otro, significa que lo
amas… aunque nunca lo hayas visto nunca; porque subsistimos en la unidad.
La campana de la torre parroquial hace
tiempo que no retiñe… se canso de llamar y nadie se sintió convocado al
oratorio… no importaría si cada quien se construyera el propio en su interior y en su hogar.
El miedo es más mortal que la misma muerte;
pero no es infranqueable.
El caminante lo es, no porque conozca
caminos… sino porque anda.
Lo más nuevo es lo más antiguo; así como el
mayor aprendizaje es recordar.
Como el agua es para el pez; la música es
para el alma.
Los cambios externos nos sorprenden a
todos… porque no somos conscientes de los internos.
Por buscar el cielo arriba, se nos olvido
que está a nuestro lado.
Para mí la voz de Dios es el canto de las
aves… no se por qué, pero me hablan de ternura.
La maravilla de la música de la Radio es
que es brújula, linterna y senda hacia el Infinito en lo Finito.
Lo más importante se nos vuelve
inconsciente: como respirar, sentir, oír, callar, amar, tolerar, comprender…
La mayor tragedia para el ser humano es
renunciar a su espíritu creador.
Nadie que quiera evolucionar se va a quedar
pegado a un pasado.
El combate al aburrimiento no es con la
diversión, sino bajando los niveles de ansiedad.
Las voces silenciadas no han desaparecido…,
al contrario, con el paso del tiempo surgen con más fuerza como la aparición de
un nuevo volcán sobre la superficie de la Tierra.
La experiencia de sí mismos es el mayor
despojo que sufre el ser humano: al haberle llenado de fantasías externas para
que sucumba en el consumismo.
La conservación de la especie (humana) no
depende de conservar sus moldes (sistemas) sino precisamente de cambiarlos.
El ángulo de visión humana es muy estrecha…,
con la ayuda del cuello, alcanza los 180 grados; pero muchos prefieren no ver a
su alrededor.
La tranquilidad no es para pensar que nada está
ocurriendo sino para percibir más allá de la piel.
Cuando busquemos en la Tierra lo que buscábamos
en el Cielo; entonces lo vamos a encontrar.
La búsqueda desde el espíritu: ¿hacia dónde
es? ¿Hacia el futuro o hacia el pasado;
o solamente en el presente igualmente infinito?
Ser causa del dolor del otro: es la peor
tragedia de la existencia personal.
Sentir que la Tierra es nuestro hogar: se
convierte en una fuente de nuevas relaciones que cambian nuestra agresividad y afán
posesivo por la amabilidad y la solidaridad.
jueves, 23 de agosto de 2012
La senda que construye el amor solidario no destruye al ser que encuentra en su camino; al contrario lo "encuentra" y "se encuentra". El otro es la revelación de su identidad, condición y misión. Este espíritu no es destructor ni evangelizador, sino "practicador": su objetivo es poner en practica el mandamiento del amor.
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